jueves, 19 de febrero de 2009

¿La tecnología es la solución a los problemas educativos?

Por: Miguel Pratts/el economista.es

Debemos descartar que las nuevas tecnologías, por sí solas, vayan a revolucionar el mundo de la enseñanza, ni aquí ni en ninguna otra parte del mundo. No van a darnos las soluciones a las insuficiencias y carencias como las que describen los informes que periódicamente ponen la alarma sobre el nivel general de nuestros estudiantes.

Pero dicho esto, no tendría sentido si no añadiera que las soluciones debemos aportarlas el conjunto de la sociedad y, especialmente, los que de una u otra forma estamos implicados directamente en las tareas docentes. Necesitamos un cambio de modelo en profundidad. Ahora tenemos la gran oportunidad de llevarlo a cabo? con la ayuda de las nuevas tecnologías, aprovechando toda su potencialidad. Y es que, en definitiva, las nuevas tecnologías son el mejor pretexto de cambio y la mejor excusa para llevar a cabo un proyecto de innovación pedagógica en la escuela.
Cambio de modelo

El summit ItWorldEdu (ITWE 2008), celebrado recientemente en Barcelona, y que reunió por primera vez en España, en un mismo espacio de diálogo, a los sectores de las Nuevas Tecnologías y la Educación, puso de manifiesto, entre otras cosas, que las nuevas generaciones de niños y adolescentes de nuestro actual sistema educativo exigen un nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje que esté a la altura de las necesidades reales de nuestra sociedad.

Debemos ser conscientes de que no es un cambio sencillo, porque no debemos caer en el error de suponer que bastará con llegar un día al aula, cambiar la pizarra de tiza por la pizarra digital interactiva y ya está, todo solucionado. No. El cambio necesario es mucho más profundo. Los jóvenes nos están pidiendo que nosotros, los adultos, seamos los que nos pongamos el chip y les demos también la oportunidad a ellos para participar en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Por eso, nos parece importante, de entrada, cambiar los modelos de formación y actualización profesional de los docentes. En las conclusiones del ITWE, se incide en algo esencial, de principio, para afrontar con éxito los cambios: estos modelos formativos deben estar más basados en el acompañamiento y la tutorización. Estamos de acuerdo en que esto permite centrar mucho más la atención, no en las herramientas tecnológicas, sino en los procesos metodológicos de cambio e innovación.

En España se han llevado a cabo experiencias -pocas, pero muy interesantes- en la aplicación de las Nuevas Tecnologías en la enseñanza. No me refiero a la instalación de aulas informáticas en los colegios. Eso, si me apuran, puede ser incluso anecdótico a estas alturas. Es mucho más que eso, es la verdadera inclusión de las TIC en todos los procesos de aprendizaje, en los que el alumno puede construir, comunicar, conectar, colaborar y compartir socialmente el conocimiento.

En nuestras manos está proporcionar un entorno en el que puedan desarrollar de manera efectiva toda esa potencialidad. Un entorno que requiere innovación pedagógica en profundidad, un cambio inteligente en el sistema que aproveche los instrumentos tecnológicos que hoy tenemos a nuestro alcance. Sin nuestra intervención nada será posible. Y eso ha sido así desde nuestros orígenes. Dos palos son sólo dos palos si nadie los frota para hacer fuego. Hoy, un ordenador es chatarra si no está conectado en red y nadie introduce información, la procesa, la emite y la recibe.

jueves, 12 de febrero de 2009

El celular como aliado en las clases del profesor

Cuando era coordinadora de tecnología de una secundaria de Ohio, la profesora Liz Kolb fue la encargada de redactar las políticas del establecimiento contra el uso de los celulares. A ella le preocupaba que los niños usaran los teléfonos para copiar, hacer cyberbullying o interrumpir la clase.

Ahora es una de las gestoras de una particular iniciativa en cuatro escuelas públicas de Carolina del Norte.

En esos establecimientos, los niños de noveno grado, antes de entrar a la clase de álgebra, ya no apagan sus celulares. Los prenden. Project K-Nect es el nombre del programa piloto que, en su segundo año de aplicación, les enseña a los niños los ejercicios de álgebra a través de ejemplos en el mundo real. En sus celulares, que poseen acceso a internet y capacidades similares a un computador, como el Blackberry o el iPhone, los estudiantes reciben problemas matemáticos. Si el alumno es incapaz de resolver el ejercicio, accede, a través del mismo celular, a un área de contenidos adicionales. Si aún así es incapaz de dar una respuesta, el aparato le da la opción de recibir apoyo de sus compañeros a través de mensajes de texto. Entonces, tiene la oportunidad nuevamente de resolver el problema.

Este es uno de los cien usos que los celulares pueden tener en la sala de clases y que Liz Kolb resume en su libro "De juguetes a herramientas: conectando los celulares a la educación". Entre las múltiples iniciativas que describe y que están comenzando a multiplicarse en las salas de clase norteamericanas, no todas requieren del uso de celulares complejos, como los Blackberry. Algunos maestros los usan para enviar tareas a través de email o mensajes de textos, basándose en aplicaciones diseñadas especialmente. Otros han creado podcast -programas de radio en línea- donde los docentes graban clases interactivas, a las que acceden los niños a través de sus celulares.

"No tenemos computadores para todos los niños, es muy caro, pero casi todos los alumnos tienen un celular", dice Rosemary Miller, la encargada de tecnología de los colegios del condado de Buhler, en Estados Unidos, donde los podcast se han transformado en una herramienta diaria de aprendizaje.

Otros establecimientos han optado por aprovechar la masificación de los celulares con cámara para las visitas culturales. Armados con sus aparatos móviles, los alumnos deben registrar, por ejemplo, los detalles de su visita al museo y luego armar un video con el material.

Fuente: www.latercera.com
 

Blogger news

Blogroll

About